sábado, 17 de octubre de 2009

Haciendo balance

Ya ha pasado mi primer mes aquí, y si soy sincera, por una parte se me ha hecho bastante largo, pero por otra... El caso es que no estoy acostumbrada a la vida que llevo aquí, y aunque parece que esta semana se está relajando bastante, ha tenido sus días de no parar, de caer rendida en la cama por haber estado de un lado para otro. Claro, ahora ya ha empezado todo el mundo sus clases, cada uno va a lo suyo, y yo, que no tengo compis de piso (Coco y Trancas están muy callados últimamente) tengo mis momentos de aburrimiento, de necesitar invasiones... ya sabeis cómo soy...

Pero bueno, no me puedo quejar. El miércoles por la noche, aprovechando el día del espectador, nos fuimos al cine. Y a ver, sé que Tarantino no es mi tipo de peli favorita, pero fue por eso: por salir, por relacionarme un rato... Pero no, no me gustó la peli, aunque sí, sí la entendí (casi todo, menos algún que otro diálogo que tuve que imaginarme qué decían, pero no me quedaba del todo claro...)

El jueves empezó una nueva asignatura: Linguaggio radiofonico. Y después de haberme traumatizado porque en la de Linguaggio giornalistico no entendía nada pensaba que esta sería igual. Pero no. Y cuando fui a contarle al profe que soy erasmus y que en ciertos trozos de la clase me pierdo, me dijo que “buon lavoro”. Y ahora me estoy planteando si apuntarme, porque nos contó que hay una radio o algo así hecha por los alumnos. Pero con mi modesto nivel de italiano, no sé... Lo consultaré con la almohada de aquí al jueves, pero la verdad es que lo veo. Así no pasaré tantos ratos sola en casa sola y aburrida...

Después de esa clase me vine a por el portátil a casa y me fui al Valentino. Y la verdad es que sentadita al sol no se estaba tan mal, porque el frío está empezando a llegar. Como diría el Señor Pato, los pingüinos van a empezar a invadir Turín... Y me llamó Carlos para decirme que se iban a la mensa, así que allá que fui a comer. Y por primera vez en un mes, no comí macarrones sino spaghetti. Sé que no deja de ser pasta, pero al menos varía. Y después de eso me vine a dormir la siesta, que la verdad es que fue bastante larga (me desperté a las 18:30) y me conecté para hablar con las enanas y con Lore. Y me llamó Carlos para contarme que estaba aburrido en casa, y le dije que se viniera.

Pensaba cenar el trozo que quedaba de tortilla, pero como se me había ocurrido subir la potencia del frigorífico, se había congelado. Así que cenamos sandwichs calentitos de queso, mantequilla y mortadela. Y aunque alguno se chamuscó un poco más de la cuenta, estaban ricos... Y después de bebernos una moretti a medias nos fuimos a casa de Silvia y Alba a bebernos allí las cervezas que llevábamos, y cuando llegó Bea nos fuimos al Valentino. Fui responsable y como pensaba ir hoy a clase me vine a las 2 menos algo. Y tengo que confesar que mientras me preparaba un vasito de leche calentita me conecté: sabía que a esas horas iba a pillar a Lore y Luis conectados...

Y otra confesión: esta mañana me he planteado lo de no levantarme. Pero insisto: he sido responsable y he ido a clase (me ha convencido lo de haberme venido pronto para luego no ir a clase). Al salir pensaba echarme una buena siesta, pero entre que he pasado a comprar pan y que he pillado a mi madre conectada al skype, y luego ha entrado Lore, lo que he hecho ha sido comer pronto (esta vez sí, tortilla recalentada en la sartén, ya que no tengo ni un triste microondas, y lomito) e irme a leer un rato y dormir.

Al levantarme (también un poco tarde, para qué nos vamos a engañar, pero no tenía nada mejor que hacer) me he dado una duchita, he recogido todo lo que había por medio y me he vuelto a conectar. Y así ha pasado mi tarde. He cenado, he acabado de pasar los apuntes que me dejó Maria Elisa y aquí estoy, esperando a que venga Bea para irnos al plan del viernes: botellón en los soportales de Vittorio Veneto, y Lapsus. Supongo que mañana, antes de subirlo, os contaré cómo ha ido la noche... o no.

Cambios: en vez de pasar frío en las gradas de la Unito o en los soportales de Vittorio Veneto, estuvimos en casa de Silvia y Alba hasta las 3 o por ahí, escuchando música y de risas, y después de eso fuimos al Lapsus. Me acosté a las 6 y prácticamente me acabo de levantar.

3 comentarios:

  1. Sé que me @#$%& de @#$%&. Y yo también te @#$%& de @#$%& a ti :)

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  2. Pues claro que te echo de menos! Y claro que tú a mí también (faltaría más...)

    Mierda, he dejado constancia por escrito! nooooooooooo!

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  3. Es verdad...ya casi un mes por aqui.
    ¡Saludos compañera de ostello!

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