martes, 7 de septiembre de 2010

Concurso de fotos


He participado en un concurso de fotos, y he quedado finalista. Ahora necesito vuestros votos, pero tenéis que registraros en un momento (si tenéis una cuenta de facebook, gmail, yahoo o twitter, se tarda medio minuto). La foto es Murazzi (Anita Coco)

martes, 24 de agosto de 2010

Para aquéllos que formáis parte de mi vida...

Cuando a eso de octubre me dijeron que la vida erasmus también termina, no quería creérmelo. Pero es verdad. Vale que durante agosto, a pesar de haber seguido viviendo en Turín, ya no he tenido una considerada "vida erasmus". Pero ahora se acaba también lo de vivir en esta gran ciudad que, aunque en verano hay que admitir que está un poco muerta, el resto del año ha conseguido enamorarme.

Han sido 11 meses y medio de fiestas, risas, llantos, cafés, comidas y alguna que otra cena en la mensa, pizzas, kebabs, confesiones, Noches Murphys, viajes, largas horas hablando por teléfono (gracias Wind), bailes (si hace un año me llegan a decir que me iba a subir a una plataforma, me hubiera reído en la cara de quien lo hubiera dicho...), horas de compras en Repubblica o de tiendas...

Antes de venir, tenía miedo por lo que me iba a encontrar aquí. Y ahora tengo que admitir que me da un poco de miedo volver a una rutina en la que nunca he estado. Quiero decir: antes de venir mi vida era ir a clase, pero este año era mi último año, y ahora... empieza el resto de mi vida: trabajar, trabajar y más trabajar. Pero allí me esperan los que dejé, esos a los que dediqué uno de mis primeros posts. Lore (que viene a invadirme y a llevarme de vuelta), Luisito (te lo sigo llamando porque sé que te molesta), Isa (a pesar de que vayas a volver a irte, tendremos tiempo de unas cañas mientras me cuentas tus aventuras argentinas)... Y además, un par de invasores que, por aquél entonces apenas conocía, pero que ahora que vuelvo no se van a librar de mí tan fácilmente. Sí, Dani y Carlos, me refiero a vosotros... Y por supuesto, mi familia.

Sé que nunca, nunca, olvidaré este año. Ni a la gente que he conocido. De todos me llevo algo, hasta de los que desaparecieron de mi vida al segundo mes. Pero sobre todo, de los que han compartido mi día a día. Sarita y Estre (mis petardas favoritas de Turín, las dos que más tenían que soportarme), Camino, Andre, Jesús, Eva, Juanillo, Miguel... También los que aparecían en mi vida solo de cuándo en cuando: Conchi, Carmen, Cris, Dani, Espe y Alex, Giacomo, (Santi para los amigos), "mi amante"... O con los que empecé a juntarme tarde: Ruth, Sheila, Juana, María, Javichu... Y todos los que me dejo... Espero que todas estas amistades sigan manteniéndose en la distancia, y aunque sé que jamás será lo mismo, siempre nos quedará Turín...

viernes, 6 de agosto de 2010

Entrevista a mí misma, por ser erasmus (hecha por otros, claro)

Resulta que hay una red social dedicada al mundo erasmus, y entrevistan a gente que es, ha sido o será erasmus. Y como yo entraba en el perfil, aquí tenéis mi entrevista http://www.erasmoos.com/blogs/entrevistas-erasmus/entrevistamos-a-ana-ex-estudiante-erasmus-en-turin.html

martes, 27 de julio de 2010

cómo resumir casi dos meses... Primera parte

Madre mía, más de un mes sin escribir... Y se me olvidarán la mayoría de las cosas, pero bueno... voy a contaros de lo que me acuerdo...

La invasión de mis padres (a eso de principios de junio) nos llevó a Superga, Capuccini, Mole y Museo del Cine y, como novedad, Bardonecchia, con unos paisajes preciosos tanto de camino, como al llegar allí. Ya subiré fotos...

Después de eso, exámenes y despedidas. Partidos del mundial. El cumple de María y el desalojo de la fiesta por parte de los carabinieri, y la noche completada con un Alcatraz, un ver amanecer e ir a tomarnos un café para desayunar. En cuanto a exámenes, aprobé todas (acaso lo dudábais?), aunque aún tengo que ver qué convalido por qué...

Después de los exámenes, unos cuantos días después de terminar, me invadieron Cris y Carlos. Y como es lo más reciente que tengo, es donde más me extenderé.

Pensábamos irnos la misma noche que llegaron, pero entre unas cosas y otras, les convencí para irnos el lunes. Y es que entre esas cosas, quería ver la final del mundial en Turín. Así que después de recogerles y convencerles, fuimos a comer con Sara y Sergio (Topo para los amigos) una pizza gigante que me decepcionó bastante, a pesar de ser en la mordillo... Trajimos las cosas a casa y esa misma tarde estuvimos dando una vueltecilla por el centro, y por la noche bajamos al Valentino a tomar algo.

El viernes por la mañana nos fuimos a la Mole Cris y yo, Carlos prefirió quedarse en casa, y quedamos con él para comer. En la Mole... asusté niños (no puedo contaros cómo, es un secretillo entre Cris, yo y la cama redonda) y nos hicimos fotos de las nuestras, de esas que tanto echaba de menos... Habíamos quedado para comer también con Juanillo, Sara y Sergio, y les llevamos a la Pirámide a por unas calzone. Juan se fue a la biblio, y nosotros decidimos subir al monte de la Magdalena. De camino a coger el tram pasamos por las fuentes de Castello (en las que ya me había metido otro día con Andre) para refrescarnos. Pero ese día resultó haber huelga de transportes, vimos que pasaba un 15 y nos subimos a Superga. Durante la espera al bus también nos aprovechamos de la fuente que había al lado de la parada. Una vez que llegó, nos sentimos como la familia Simpson, y fuimos cantando "Viva nuestro conductor" (íbamos solos en el bus). Fue muy gracioso cuando el tío pasó de mí, y dio la vuelta en Superga, y nos tocó subir un cachito andando cuando por fin comprendió que queríamos bajarnos.

El sábado querían ir a Génova (no voy a negar que yo no quería volver a ir), pero se fue el tren y acabamos yendo a Ivrea... Que qué hay en Ivrea? Yo sabía que había un castillo, al que no pudimos entrar. Comimos en un parque, a Carlos le dio un chungo por el calor, y lo mejor del día fue cuando descubrimos la iglesia de detrás del castillo, donde Topo y yo robamos una hostia, Carlos y Sara se disfrazaron de monaguillos y Cris se confesó... (sí, lo sabemos, iremos al infierno)

La vuelta a Turín también fue accidentada. En Ivrea cruzamos la vía para coger el tren, un revisor nos vio y pretendía multarnos, nos pidió los dni y no se los quisimos dar, nos retuvo los billetes y nos obligó a bajarnos en la siguiente parada... Strombino, un pueblo en medio de la nada, por el que fuimos a dar una vuelta en busca de vida, y no la encontramos. Nos tocó esperar más de una hora para el siguiente tren a Chivasso. Cuando lo cogimos, vino otra revisora que nos pidió las tarjetas que acreditaban la tarifa de nuestros billetes (a mitad de precio) y al final conseguimos convencerla de que no sabíamos que teníamos que llevarla siempre (si la tuviéramos, claro). Y en Chivasso, temimos por qué nos pasaría. Pero no volvió a pasar nada, sólo el revisor que se parecía a Chayanne, que abría las puertas a patadas y que, aunque parecía un chulo playa, tenía cierto atractivo. Al llegar a Turín pasamos por el kebab, y nos fuimos a comérnoslo al Valentino. Como estábamos cansados y pretendíamos ir al día siguiente a la Venaria, nos fuimos a casa y a dormir.

La Venaria nos gustó ya desde el momento en que nos dieron paraguas de colores para pasear por los jardines. Y cuando nos acercamos hacia el globo y nos dijeron que podíamos subir... creo que fuimos los niños más felices de todo Turín. Montamos las tres chicas (tuvimos que meter tripa para que el globo subiera) y después Carlos y Sergio. Fue una experiencia genial, corta pero divertida (no todo el mundo puede decir que haya montado en globo). Después entramos al palacio, y en la sala larga decidimos que podíamos montar en bici, echar un partido y Sara y yo terminamos bailando un vals (aunque con música dentro de nuestras cabezas). A eso de las 7 y media salimos, porque teníamos que ir a ver el partido de la final, España-Holanda. Casi nos da un infarto ya en el bus, sobre todo Sergio, Cris y yo estábamos histéricos con que no llegábamos. Y para colmo, se montaron unos cuantos de la GTT, nos bajamos corriendo, uno de ellos nos dijo que no eran revisores, y volvimos a subir. Fue un canteo, pero nuestra excusa era que "habíamos salido a tomar el aire". Nos bajamos en Bertola, y yo me desorienté, pero cuando me encontré fuimos los 3 corriendo por Vía Roma y Cris casi se come la acera. Pero llegamos, y no nos habíamos perdido nada aún. Pasamos el partido entero al borde del infarto, y cuando Iniesta por fin marcó gol... Piazza San Carlo estalló en gritos de "Yo soy español, español, español". Me encontré con Elena y Jose, y fuimos todos juntos a las fuentes. Acabé bañándome con Jose en la del Po, luego busqué a estos y nos metimos en la de Dora, y luego nos fuimos todos para Castello. Donde por cierto, por descalzarme y correr, casi me mato. Pero ahora no estamos hablando de eso... Volvimos a casa a cambiarnos, darnos una ducha rápida y cenar algo, y nos fuimos a tomar algo al Murphys. Estos llegaron cuando ya nos íbamos, y nos despedimos...

El lunes lo aprovechamos para intentar cambiar los regalos de Cris, pero aquí no lo cambian. Preparamos maletas y fuimos a la Drogueria a despedirnos de esta gente. Tengo que reconocer que al despedirme de Camino y Andrea se me saltó la lagrimilla... Pero nos tuvimos que ir corriendo, porque el tren a Trieste salía a las 11 menos diez, y tampoco era plan de perderlo... Por un momento nos creímos que iríamos solos en el compartimento, pero fue entonces cuando llegó una familia completa, con perro incluido. Entre eso y una panda de niñatos que fueron todo el camino dando voces, lo de dormir fue un poco complicado...

Llegamos a Trieste a las 7 y media o por ahí, y fuimos a buscar dónde tomar algo para desayunar. Estuvimos hasta la 1 allí, viendo la ciudad, y cogimos el bus a Koper... Qué decepción de ciudad! Lo único que tiene es una plaza, y lo más emocionante fue cuando un tío nos llevó a la estación en coche... Cogimos un bus hasta Divaça y allí un tren a Ljubljana. Empezamos a odiar el país cuando, después de andar un buen trecho, encontramos el albergue en el que pensábamos dormir y el conserje nos dijo que estaba lleno, que si no teníamos reserva podíamos coger la puerta e irnos, no sin antes darnos la dirección de una residencia de estudiantes. Nos vimos durmiendo debajo del puente cuando el tío del sitio nos dijo que sólo había una habitación, pero era en la zona masculina. Cuando nos dijo que eran tres camas, que podíamos quedarnos, fuimos los más felices del mundo. Bueno, un poco más tarde, cuando nos habíamos dado una ducha (y cuando los chicos nos habían piropeado a Cris y a mí, en italiano, precisamente). Dormimos como bebés, y a la mañana siguiente nos daban el desayuno. Todo esto, sin saber cuánto nos iban a cobrar (al fin y al cabo, es la única noche que pagamos). Al salir de la residencia pasamos por un super, y mientras Carlos y yo comprábamos agua, Cris llamaba a Andrej, el tío que nos iba a alojar en su casa, para ver si nos dejaba dejar las maletas ya desde por la mañana en su casa, pero resultó que estaba trabajando. Así que lo dejamos en la consigna de la estación y nos fuimos a conocer la ciudad. Y la verdad es que nos encantó (al menos a mí). Subimos al castillo en el funicular, vimos el puente y como teníamos hambre al bajar del castillo nos metimos a un McDonalds y allí estuvimos, jugando con los juguetes de nuestros Happy Meal. Salimos y seguimos viendo la ciudad, y entre otras cosas, Coco aplastó una maqueta enorme… Descubrimos una fuente al lado de la catedral y nos dedicamos a refrescarnos ante la atenta mirada de unos cuantos eslovenos.


Terminamos de ver Ljubljana, y fuimos a la estación a buscar las cosas para ir a casa de Andrej. Nos costó un poco encontrarla, tuvimos que llamarle para que bajara a buscarnos, y cuando nos vio nos dio un abrazo de oso a los tres. Nos quedamos un poco pillaos cuando descubrimos que su casa era un apartamento de una residencia, que la habitación tenía dos camas, y que éramos nosotros tres, él y una pareja de húngaros. Al final, mientras me duchaba, Andrej les dijo que la parejita se iba donde una amiga suya, y él a la habitación de un amigo. Nosotros juntamos las dos camas y ahí dormimos los tres (ante la atenta mirada de un cono y una polla de plástico gigante, con las luces de navidad y unas esposas en un cajón). Cenamos todos juntos, los húngaros nos prepararon pasta y nosotros sacamos uno de los paquetes de jamón, y estuvimos haciendo juegos chorras durante un buen rato.


Estábamos a punto de meternos en la cama, cuando este hombre dijo que qué hacíamos en pijama, y nos llevó a un parque (con efecto de tripa natural después de dar un montón de vueltas) y luego a un sitio un poco extraño, en plan casa ocupa, con decoración bastante original. Nos “obligó” a subir a una casa-árbol, y ahí nos tuvo jugando a Verdad o Muerte, y ya volvimos a casa, y yo no sé si era cansancio o que hablaba de cosas muy extrañas, pero no le entendía nada.

miércoles, 23 de junio de 2010

Se abre la veda de las despedidas...

Debería estar estudiando, por el simple detalle de que mañana tengo dos exámenes y aún no sé de qué van los apuntes, pero de camino de vuelta a casa me ha asaltado la necesidad de escribir. Porque la veda de las despedidas se ha abierto ya, y aunque todos sabíamos que el erasmus tiene un final, no pensábamos que llegaría tan rápido.

Porque a pesar de las veces que he querido volver a Madrid, aquí he conocido gente a la que no voy a olvidar. Y porque espero que no sea un adiós, sino un hasta luego.

Porque aquel día en el metro, cuando escuché hablar a un grupo de españoles, no pensé que unos meses después les cogería tanto cariño.

Porque a pesar de ser rivales, Jesús, te he cogido muchísimo cariño. Y como te he dicho en la bandera, nos quedan muchas juergas por vivir, en Madrid, en Valladolid y donde sea. Espero poder bajar a visitarte a Cádiz, aunque ya sabes que no puedo prometerte nada.

Gracias por estos meses. Gracias por tus frases-baño. Gracias por todas las veces que me has hecho reír. Y por las que nos quedan... Te echaré de menos.

martes, 8 de junio de 2010

Trozos grabados en Turín

Después de la invasión del equipo de ¿Hay Alguien Ahí? al completo (que ya contaré en otro momento), el programa siguiente tuvo sus ocho minutos de grabaciones varias, hechas durante el fin de semana. No tiene desperdicio. Si queréis echaros unas risas, http://hayalguienahi-radioritmo.blogspot.com/2010/06/programa-93-4-de-junio-de-2010-morbido.html aquí lo tenéis... No son exactamente unas Pingüinerías, pero oye, se parecen...

domingo, 6 de junio de 2010

La invasión de Dani y Luis

Dos findes seguidos con invasiones. El 27 de junio, con sorpresa incluída. A pesar de las filtraciones, llegué a creerme que Luis no vendría. Me dio un poco de rabia que por culpa de los controladores franceses el vuelo saliera de Madrid a la hora que tendría que haber llegado a Turín, pero al fin, llegaron. Llegué un poco tarde a buscar a Dani, porque no sabía exactamente dónde estaba la estación. Cuando ya le iba a decir de tirar para el centro a comer algo (eran las 6 de la tarde y yo estaba sin comer por esperarle), se fue corriendo (y yo pensando qué estaba haciendo) y volvió con Luis, diciéndome que casi se le olvida en el tren. Y como al momento empezó a meterse conmigo, le dije que ya podía volverse a Madrid...

Comimos un par de pizzas en la Mordillo, y nos fuimos a Castello, porque había un concierto, y de paso tomamos un helado de Grom y les presenté a esta gente. Les llevé a casa para que dejaran las cosas y descansaran un poco, y quisieron echarme, ocupar mi cama... Pero no les dejé! Antes de que se hiciera de noche del todo les subí al Monte Capuccino, y allí estuvimos haciendo fotos y Sara me llamó para convencerme de que "les preparara algo rico de cena y nos fuéramos de juerga". Así que les preparé unas tortillas churruscás (no era mi intención churruscarlas, pero es lo que salió). Y nos fuimos al noséquébar irlandés, Dani y yo nos tomamos un litro de Guiness a medias, y de allí nos fuimos un rato a Murazzi. No entramos en ningún sitio, y me intentaron tirar al Po. Nos volvimos prontillo a casa, porque el viernes habíamos pensado ir a Génova.

Madrugamos... Pero el tren se nos fue por 3 minutos, así que me dediqué a enseñarles las plazas, y un súper donde vendieran ron y cocacola de verdad, no esos del lidl... y volvimos a la estación, esta vez para coger bien el tren. En él nos dedicamos a dormir algo, a hacer crucigramas en italiano y a que me molestaran, básicamente. Llegamos a Génova sobre la 1, y vimos Piazza Ferrari, la catedral por fuera y una terracita donde sentarnos a comer unas focaccias. De vuelta a la catedral para verla por dentro nos compramos unos smoothies, y pasamos la tarde pateando la ciudad: vimos el puerto (enfrente del cual intuímos que vivía Marco, el de los dibujos animados). Paramos a tomarnos un granizado de café después de ver el Palacio Real, y seguimos por Vía Garibaldi y la casa donde nació (o eso dicen) Cristóbal Colón. Al lado de esta había un pozo al que intenté tirarme, pero no tenía demasiada profundidad...

Volvimos a la estación para coger el tren de vuelta a Turín, y cuando vimos un autobús con fotos de pingüinos (publicidad del acuario), los tres nos pusimos a hacer la foto... En el tren de vuelta también se dedicaron a molestarnos a Coco y a mí, y pasé medio viaje intentando convencer a la gente para que saliera, y la única con la que lo conseguí fue con Sara. Cuando llegamos a Turín pasamos por el kebab para coger algo de cenar, y se equivocó y me hizo uno con cebolla... Nos dimos una ducha, y en lo que yo me arreglaba llegó Sara. Aquí estuvimos los cuatro, bebiendo porque en la calle llovía, y haciendo un poco el tonto. A eso de las 4 y pico nos bajamos a Murazzi, y estaba bastante muerto, pero aún así lo pasamos bien. Al bajar yo quería subirme a la estatua de Garibaldi, pero Luis no me dejó, me dijo que a la vuelta. Dicho y hecho. Cuando nos echaron de Murazzi nos subimos Luis, Dani y yo, y Sara se quedó abajo para hacernos la foto. Nos subimos los cuatro a casa, y con el cansancio que tenía encima, me quedé dormida.

El sábado por la mañana nos despertamos no muy tarde, y después de un ataque psicopático en el que intenté matar a Sara con las cuerdas de tender la ropa, nos fuimos a Repubblica. Y por primera vez (creo), y sin que sirva de precedente, no compré absolutamente nada. Nos volvimos a casa a comer algo, descansamos un rato, y nos fuimos al Valentino. Les enseñé el castillo, el parque, y cuando estábamos llegando al borgo medieval, a Dani se le antojó coger una de esas bicis... condujimos diez minutos cada uno, y yo probé lo que es la "conducción temeraria", y Douglas (el amigo de Jesús que vino a mi cumple) también lo comprobó, ya que casi le atropello. Igual que al niño ese que se me puso en medio... En fin, fue divertido. A pesar de que me cargué la cadena y tuvieron que hacer labores mecánicas. Cuando la dejamos, les enseñé el borgo, y dimos la vuelta por el otro lado del río, donde estuvimos haciéndonos fotos. Y luego, en el puente de Umberto, donde Dani y yo nos planteamos tirarnos al Po, porque como rebotamos...

Fuimos a cenar unas piadinas, y les llevé al murphys, que estaba hasta arriba de gente porque era el 11 aniversario, y regalaban tubitos de luz. Ese día también nos fuimos prontito a casa, porque queríamos madrugar para ir a la Mole (y dar una sorpresa a Dani, que no sabía lo que hay dentro) y porque el domingo se tenían que ir.

Así que nos levantamos, recogieron sus cosas y allá que fuimos, después de que compraran chocolates varios para llevar de regalo. Lo primero que hicimos en la Mole fue subir, y fue una pena porque estaba algo nublado y no se veían los Alpes. Nos hicimos las fotos del "Yo estuve allí" y bajamos a ver el museo del cine. A Dani le encantó, e ir con él fue darme cuenta de que soy una inculta cinéfila, así que le tomaré la palabra en eso de los pases de cine cuando vuelva...

Cuando salimos del museo cogimos unas calzone y unas porciones de pizza y fuimos comiendo hacia Porta Nuova, donde casi llegando nos compramos una tarrina de helado. Pasamos de ir a ver Milán en 4 horas, a verlo en 15 minutos... Y a cantar "Per fare un tavolo ci vuole un legno" con Dani, en la piazza della Scala. Hubo un momento en el que creí que nos iban a echar alguna monedilla... Volvimos a Milano Centrale, me despedí de ellos malamente porque su bus se iba ya, y yo ya había perdido mi tren, así que me tocó esperar una hora, en la que me dediqué a marujear por teléfono con Estre y a leerme uno de los muuuuuchos libros que tengo que leer para los exámenes (de hecho, creo que fui leyendo uno para el examen de hoy, que podría haberme ahorrado, porque ni lo ha mencionado en ningún examen...)

Es posible que me haya dejado mucha información sin contar. Pero hace casi tres semanas de esto, y hoy mi cabeza está demasiado saturada. Otro día os contaré la invasión de mis papis, cuatro días después.

sábado, 22 de mayo de 2010

Nada como salir de tranquis...

Con esto de que nos han quitado los viernes de Lapsus, pero sobre todo con eso de que es una mala fecha para salir a darlo todo porque quiero adelantar todo lo posible antes de las invasiones, ayer el plan era ir al Murphy's, tomar una cerveza y que Estrella pudiera volverse en el último tram. Como eso era a las 12, y hacía una noche buenísima, la convencí para que en vez de eso, se volviera en el último bus. Cuando salimos del Murphy's fuimos dando una vuelta hasta Piazza Vittorio, nos comimos un helado de camino, y como quedaba aún media hora, se le ocurrió que diéramos una vueltecilla por Murazzi... Una cosa llevó a la otra, nos metimos al Alcatraz y fuimos viendo cómo se pasaban las horas, hasta las 4. Estuvimos hablando con unos italianos, volvimos a Veneto y nos quedamos hablando entre dos paradas... hasta que vimos cómo se iban el 13 y el 15. Conclusión: me quedé esperando a que pasara su bus, y volví a casa cinco horas más tarde de lo que pensaba. Pero me reí mucho, bailando, siendo rodeadas y explicando a los italianos que Barcelona no está al sur de Madrid, a pesar de lo convencidos que estaban... Por cierto, cuando fuimos a Cuneo, no pensábamos que conoceríamos a gente de allí...

jueves, 20 de mayo de 2010

El cumple de Sarita

Con motivo de los dos patitos de Sara, preparó una barbacoa que no pudo ser fuera por el mal tiempo, pero en la que hubo muchas risas. Y después de eso, me engañaron para ir a tomar algo, y como tenía que hacer tiempo, fui con ellos a una cafetería donde pudimos tomar el aperitivo al precio de un té. Después de eso había quedado con Jose para ir a tomar el aperitivo también, pero estaba a punto de explotar. Y a pesar de haberme perdido la final de la Europa League, Atleti-Fulham (pude escuchar en radiomarca el último gol de Forlán), fue un gran día.

Sarita y yo

Sheila, Camino y yo

Todos los invitados, un poco mal repartidos. Moverse y respirar están sobrevalorados...

Giacomo y yo. Ya era hora de tener una foto juntos

La dolce vita...

viernes, 14 de mayo de 2010

Toga Party

Jesús, Andre y yo, de romanos, o griegos

Todos disfrazados

Estre y yo

Sara, Sheila, Estre y yo

Todos con Stefano

En la Toga Party

Toga Party

Todas con Ouch

Andre y yo

María, Sara y yo

Sarita y yo

Sara, Estre, María y yo

Sheila y yo

Photocall en el palacete

lunes, 10 de mayo de 2010

Pingüinerías y Pingüinadas: El transporte en Italia

No hay transporte como el de Italia: ya te muevas en tranvía, en bici, en tren o andando, siempre habrá algo que haga tus "viajes" divertidos. ¿Que no os lo creéis? Pues hala, escuchaos el programa, que ahí os cuento mis aventuras y desventuras cuando quiero ir de un sitio a otro... http://hayalguienahi-radioritmo.blogspot.com/2010/05/programa-90-7-de-mayo-de-2010-jovenes.html

sábado, 8 de mayo de 2010

Viernes 30 de abril, botellón y Lapsus

Sarita y yo con nuestras flores

Andre, Sara y yo

Oliendo mi rosa

Andre y yo, mi rosa y mi moretti

Andre declarándose a Eva

Benji, Eva, Andre y yo mordiendo la rosa

Estre y yo

Andre mirando de forma golosa mi moretti

Marta, Sara y yo, "las chicas del pacto"

Andre, Sara, Ruth, Emanuele y yo

Sara, Estre y yo, "las tres Marías"

Andre, Eva y yo

Chicas

Eva, Sara y yo, y la barbilla de alguien que no reconozco

Eva y yo

Jesús y yo bailando

jueves, 6 de mayo de 2010

Summer Party en la terraza del Palacete

Sarita y yo

Carmen, Cris y yo... sorprendidas

Carmen y yo

Todos con el Sex on the Beach y sus sombrillitas

Camino y yo, las organizadoras. La primera foto de la fiesta

miércoles, 5 de mayo de 2010

Una semanita pasada por agua...

Lleva desde el viernes sin parar de llover. Pero bueno, os voy a contar un poquillo lo que he hecho durante estos días...

El miércoles me invitó Camino a comer. Preparó pollo a la nata pero esta vez sin horno, y unas patatas fritas. Y estuvimos contándonos la vida y preparando la inauguración de la terraza del Palacete. Lo mejor de todo es que me tocó prepararla a mí sin comerlo ni beberlo, pero bueno, me lo pasé bastante bien robando sombrillitas para los sex on the beach e hinchando globos. Pensé que cuando volvíeramos no quedaría ninguno, pero me equivoqué. Nos fuimos al Zero, porque había una exposición de los erasmus de Bellas Artes, y fuimos a verla por Estre, y de paso aprovechamos para tomar el aperitivo, y nos inflamos a postres: unas tartaletas con nutella y fresas... Estre me acompañó a casa para cambiarme y coger la bebida (que por cierto, casi se me olvida, aunque no hubiera pasado nada), y fuimos a coger el 15 en la parada de enfrente del Zero, donde por cierto, no aparecía el nombre de la parada de De Gasperi y tuve que llamar a Camino toda preocupada... Llegamos y empezamos con los Sex on the beach, con las patatillas y con las fotos, y la verdad es que me lo pasé genial. A eso de las 4 nos bajamos Estre y yo pensando que pasaría el primer tram, pero no había, así que fuimos andando por las vías y vimos que el 12 nos dejaba en Porta Nuova, así que lo cogimos. Al llegar allí estaba lleno de fauna, así que dije a Estre que me quedaba con ella pero que nos fuéramos a otra parada, y eso hicimos. Al final las dos llegamos a casa sanas y salvas.

El jueves habíamos quedado para ir a ver la Sábana Santa. Fue gracioso que Camino no había hecho la reserva definitiva, y Giacomo solo tenía reserva para dos. Pero con decirles a los de la organización que éramos "sus amigos españoles, y que habíamos ido solo para verla" nos dieron la reserva de una tal Francesca, y entramos. Fueron 2 horas de espera, y total para verla durante 2 minutos. Y la verdad es que me esperaba algo más, no sé, está llena de rasguños, quemada... vamos, que no es algo que inspire confianza a la hora de arroparse... Después de eso fuimos a por un trozo de pizza y a comérnosla (bueno, cuando quisimos llegar ya no quedaba) en los Jardines Reales, y allí que nos echamos una siestecita al sol. Creo que esa fue la última vez que vimos el sol... Por la noche estaba invitada al cumple de Juana, pero había dormido 4 horas y la verdad es que lo que menos me apetecía era salir, así que me fui a casita.

El viernes por la mañana no hice nada. Por la tarde me fui a clase de Tecniche, después de pasar un rato intentando decidir entre esa y la de Cinema. En clase éramos 8, y fue lo de siempre, ver anuncios y luego algo de teoría. Volví a casa, hice la cena, me arreglé y había quedado con Eva a las 11 y media en el Lidl. Llegamos las dos a la vez, y a pesar de lo que habían dicho, de que a las 11 estarían allí, solo estaba Emanuele, un amigo de Jesús, y allí estuvimos esperando a que llegaran. Me bebí mis dos cervezas, y me había dado cuenta de que me había llevado la cámara pero sin tarjeta, así que me acompañó Sara a casa, cogimos mi otra cerveza y de paso nos decoramos el pelo con flores que cogimos en una plaza. Al ratillo de llegar entramos al Lapsus, y fue como cualquier otra noche en Lapsus, aunque nos fuimos un poco antes de que cerraran.

El sábado por la mañana me despertaron los de la manifestación del Primero de Mayo, así que me bajé a verla, a hacer fotos. Y sin duda lo mejor fue la parodia del Papa... Llamé a Camino para ir a Repubblica, y entre el lío de cambio de trayecto de los trams y demás, acabamos cogiendo el 15 en la parada del 16 de al lado de mi casa, y pensábamos que haría el trayecto del 16, pero nos acabó llevando hasta Regina Margherita, donde tuvimos que coger el 3 y en el que casi se pegan unos, aunque no entendimos bien por qué... Por fin llegamos a Repubblica, y nos dio la vena consumista. Aunque yo me siento orgullosa: por 12 euros compré un vestido de colegiala (lo sé, yo tampoco me lo creo), dos pares de medias y un pantalón corto... Y cuando íbamos a comprar algo de carne y estábamos viendo los zapatos, empezó a llover como si no costara. Cuando paró un poco fuimos a por la fruta, y volvió a empezar. Fue gracioso cuando nos refugiamos en el puesto de las alcachofas y pedimos a los del puesto de enfrente que nos pusieran unas berenjenas y unas patatas. Corrimos hasta la parada cargadas con las bolsas, y llegamos empapadas a casa. Preparé un poco de pasta para comer-merendar (eran cerca de las 6 de la tarde), y nos pusimos con el lambrusco y a probarnos todo lo que nos habíamos comprado... Y después, en pijama mientras se secaba su ropa, empezamos a enviar mensajes de voz por el msn a todo el mundo...

El domingo por la mañana tampoco hice nada, y por la tarde, como necesitaba despejarme, me fui a dar un paseo a pesar de la que estaba cayendo (esta vez sí llevé paraguas). Me encontré a Jesús y Andrea en Via Po, y después vino Sara, y me quedé con ellos mientras se tomaban un café y me contaban lo del Papa (porque el domingo estuvo aquí el Papa, y sí, preferí quedarme durmiendo antes que ir a verle). La verdad es que el paseo no tuvo el efecto que esperaba, y volví a casa con un poco de dolor de cabeza, así que no hice nada más en todo el día.

El lunes por la mañana pretendía ir a una clase nueva. Pero como diluviaba, opté por quedarme en la cama. A Linguaggio Televisivo sí que fui, aunque solo una hora, y después fuimos a tomar un café (bueno, yo no) y Camino y yo fuimos a por las sandalias al Pazzi Prezzi. Fue una completa depresión cuando no las tenían, y decidimos ir a otras tiendas. Al final lo único que cayó fueron unos pantalones cortos en el H&M, y después de salir de allí me vine para casa. Me puse a hacer un poco de ejercicio, a leer un rato, a cenar y a ver capítulos de Friends.

El martes por la mañana volvió a pasarme lo mismo con la clase de Nuovi Media. A las 2 tenía otra, y tampoco pensaba ir con la que estaba cayendo, pero hice caso a mi angelito y allá que fui. Menos mal, porque si llego a ir hoy hubiera sido para nada... Cuando salí me fui a por una calzone, porque no había comido, y a comprar al Lidl. Y más de lo mismo: un poco de ejercicio, leer, cenar y ver capítulos de Friends.

Y hoy... bueno, hoy también llovía, tampoco he ido. Pero he aprovechado el día resumiendo el libro de Visiva. Intento adelantar todo lo posible para no tener que hacer nada cuando tenga invasiones, que será a finales de mayo y principios de junio. Así que esa es la excusa que os doy para no actualizar esto tan a menudo como me gustaría. Ya sabéis, lo primero es lo primero...

martes, 27 de abril de 2010

Con las pilas bien cargadas (con fotos abajo)

El 3 de marzo compré billetes para irme a Madrid, y sólo se lo conté a tres personas: mis hermanos y Luis. A todos los demás quería darles una sorpresa. Y aunque casi no puedo ir por culpa de la nube de ceniza, al final mi vuelo fue el primero que salió. Llegué a Barajas a las 16.30 del jueves. Y una hora después llegó mi hermano Rober con Noe y Pau, mis sobrinas. El abrazo que me dieron fue increíble. Iba con miedo a que pasara como en navidades, que no se acordaran de mí y no me hicieran caso, pero eso no pasó esta vez. Fui todo el camino escuchándolas cantar y viéndolas bailar, se sabían todas las canciones!

Me dejaron en casa, y mientras venía la gente me puse a ver la tele. Fue muy graciosa la cara de mi padre cuando entró, refunfuñando creyendo que alguien se había dejado la tele puesta, y me vio ahí. Le dije "hola" y no reaccionaba, así que me levanté para darle uno de esos abrazos que tanto necesitaba. Tardó un rato en creérselo, y dice que hasta se planteó salir y volver a entrar para ver si era verdad. Mi abuelo tampoco se lo creía mucho...


El siguiente en llegar fue mi hermano Oscar. Igual. Le di un abrazo enorme, y me puse a ver el partido del Atleti con él hasta que mi padre me dio un toque. Era el aviso para esconderme y dar la sorpresa a mi madre. Cuando me avisaron salí y fui hasta la cocina: "hola mamá, ¿qué hay de cena? Más abrazos y más preguntarme qué hacía allí. Y sin saberlo, me hizo lo que más me apetecía de cenar: croquetas.

Hablando con Lore por msn tuve que disimular, y lo mismo con Carlos por tuenti. Decirles que llevaba todo el día leyéndome el libro de visiva para presentarme al examen del viernes, y que por eso me iba a dormir pronto, porque estaba reventada. Sólo la mitad de lo que les contaba era verdad...


El viernes por la mañana fui con mi madre a la compra, y a cortarme el pelo. También subí a ver a mi vecina Pauli. Por la tarde pretendía haber ido a ver a mi abuela antes de irme a la radio, pero no cuajó el plan. A cambio, me fui a ver a mi tía, y me tiré un buen rato hablando con mi prima Cris, a la que (creo que) convencí para venir a verme, y que me dio un muñeco pequeñito de Barrancas que llevo colgado en las llaves.

Volví a casa a darme una ducha, y me fui para la radio. Aunque me había dicho Luis que llegarían a las 8 y yo llegué a las 20.05, allí la única que estaba era Azu, que se sorprendió al verme. Cuando llegaron, entró delante Luis, que disimula muy mal: "Ah, ya está aquí Azucena López, y Anita González. Oh, Anita González, qué haces aquí?". La reacción de Dani fue graciosa: "Ah, Azu y Anita... ANITA?"

Y como sabía que Lore vendría, pero pensaba que llegaría más tarde, me puse a preparar la cámara para hacer una foto de la cara que ponía al verme. Y en esas llegó... Así que en vez de la foto, hubo más abrazos. Aunque no sé, por su parte creo que esperaba más sorpresa... El programa lo podéis oír en el post anterior, aunque supongo que no está de más volver a poner el enlace:
http://hayalguienahi-radioritmo.blogspot.com/2010/04/programa-88-23-de-abril-de-2010-dejad.html. Y esta vez, las Pingüinerías son en directo!

Después de eso nos fuimos a cenar a la Brújula (o el Tirorí) y de allí íbamos a salir por Fuenlabrada, pero al único sitio que entramos estaba bastante muerto, así que nos fuimos a un sitio de salsa en Villapiojosa. Y tengo que reconocer que yo era algo reticente a ir allí, pero entre que el mojito estaba riquísimo y que hice amagos de bailar, me lo pasé bastante bien. Y ahora quiero apuntarme a clases de baile... Volví a casa a las 5 y cuarto, y por el camino fui hablando con Dani de su viaje a Turín (justo dentro de un mes).

El sábado me levanté prontillo, así que estuve todo el día cansada porque no dormí mucho. Me fui a ver a las niñas a la piscina, y a acompañar a mi padre a un recado. Llegamos a casa a comer, y estuve media tarde haciendo el vago hasta que mi vecina bajó a ponerme el pelo de color violín (aunque yo nunca he visto un violín morado).

Me di una ducha y fui con Lore a Aluche. Iba a dar la sorpresa a Carlos, y para eso me quedé con su amiga Raquel escondidas hasta que nos dieron un toque. Pensaba llegar y taparle los ojos, pero me vio antes de tiempo... Cenamos en un kebab en el que el camarero estaba en babia, y decidimos hacer un sinpa. El subidón de adrenalina fue brutal, aunque ahora tenemos que regalar un palestino a Carlos porque se dejó el suyo allí. Me fui con Lore hasta Fuenla en el búho, y allí cogí el metro a casa. Estaba cansada, y llegué a casa a eso de la 1 y media, sin saber qué planes tenía para el domingo por la mañana.

Al final los planes fueron quedar con Luis para despedirme, pero se le ocurrió que podía pasarme por clase y así ver a la gente el lunes. Por un momento me lo pensé, por eso de que aquí apenas voy a clase, y mucho menos si tengo que madrugar, y que allí no pintaba demasiado. Pero por ver a la gente, me decidí.

La tarde del domingo la dediqué a ir con las niñas al teatro, a ver Garbancito, donde niños y adultos hicimos de gallinas y de patos, y donde un par de críos se tuvieron que ir por los sustos que les dieron los gritos. Desde entonces, no me puedo quitar de la cabeza la cancioncilla: "Pachín, pachín, pachín, mucho cuidado con lo que hacéis. Pachín, pachín, pachín, a Garbancito no piséis..." Me despedí de las niñas, que esta vez no me hicieron mucho caso, y me llevó Rober a casa.

Creo que del que más me costó despedirme fue de Oscar, porque apenas le he visto y se fue el domingo. Y aunque bajé sólo para despedirme, acabé yéndome con mis padres a sacar a Kia y a tomarme un par de cañas.


No me acosté muy tarde, por eso de que el lunes madrugaría para ir a clase. Y cuando estábamos entrando fue cuando Luis me dijo que esa clase no era muy concurrida. De hecho, cuando entré los únicos interesantes eran Rache y Miguel. Y un poco más tarde llegó Jose. Con Rache hablé a través de notitas, y me propuso "una de nuestras clases de derecho del año pasado". Vamos, lo que viene siendo ir a tirarnos en el cesped, y no pude decir que no. Y un ratillo también se vinieron los tres. Y Luis aprovechó para despedirse rompiéndome mis vaqueros rotos...

Me fui a casa a eso de las 12 y pico, y estuve un rato con mi madre, comimos juntas y cuando ella se fue a trabajar me eché una siestecilla, de la que Carlos me despertó para ver cómo quedábamos. Fui a llevar a mi abuelo al parque, me di una ducha y me fui para el metro, que me estaba esperando allí. Dimos una vueltecilla y pasamos por el mercadona a buscar algo de merendar, y casi llegamos tarde a buscar a mi abuelo. Le dejamos en casa, y me fui a acompañar a Carlos al metro.

Pensaba que Lore pasaría por Móstoles para despedirse, pero los de su master se la liaron, así que me vine sin despedirme. También pensaba que quedaría con Rache para ir a tomar algo, pero su móvil se quedó sin batería, así que también me vine sin despedirme de ella.

Cené con mis padres, y no me fui muy tarde a dormir, porque mi vuelo salía hoy a las 6 y 25, así que he tenido que levantarme a eso de las 4. Me he despedido de mi madre, y mi padre me ha llevado al aeropuerto.

Y me he pasado la mitad del día durmiendo, o tirada. Luego he ido a comprar, y he quedado un ratillo con Eva, Sara y Andre. Y mañana más vale que haga buen tiempo, porque voy a comer al Valentino con Camino.
Reconozco que si por mí fuera, me hubiera quedado allí un par de días más, pero ahora que estoy aquí, me apetece vivir la vida de aquí. Total, a esto le quedan unos meses, y el tiempo pasa volando. Habrá que aprovechar...

Los mojitos del Habana 8

Dani bailando y yo haciendo que bailo

Dani y yo

Luis y yo

Delinqüentes: Raquel, Lore, Carlos y yo


Lore y yo

Carlos, Lore, Raquel y yo