martes, 8 de septiembre de 2009

Definitivamente: tengo casa

Después de haber pensado durante meses que tendría que terminar viviendo debajo de un puente del río Po, ya que me he tirado buscando un piso desde abril, y sin encontrar nada... tengo casa.

Y es que han sido muchas decepciones, muchas que podían haber sido pero que por unas cosas o por otras no fueron: malos barrios, caseros que no querían estudiantes extranjeros... Sí, sí, esas cosas pasan.

Pero definitivamente: tengo la buhardilla. Va a ser muy gracioso no tener dónde dormir la segunda semana, porque en el albergue no me dejaron reservar más de siete días. Y yo tenía la esperanza de que la buhardilla se quedara libre antes, pero no. Buscaré otro sitio, que no me apetece dormir en la calle.

También va a ser muy gracioso subir los cuatro pisos sin ascensor de mi nuevo edificio con la maleta, el portátil, la mochila...

También va a ser muy gracioso tener que comprar absolutamente de todo, ya que en la casa no hay ni una triste cacerola, y ha esperado a hoy para decírmelo. Pero bueno, creo que sobreviviré. Creo que lo peor serán las dos primeras semanas. Que una vez esté en "mi casa", todo será mucho mejor. Más fácil. Y ya podrá empezar a venir a verme gente. Ahí lo dejo.

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