martes, 10 de noviembre de 2009

Por los pagafantas!

Si me “quejaba” de que los tres primeros días de la semana pasada fueron demasiado tranquilos, no puedo decir lo mismo de los últimos...


El jueves fue un día de vaguería, ya que lo único de provecho que hice fue ir a italiano. Silvia y yo pensábamos invitar al francés a venirse de fiesta con nosotras, pero estaba malato (lo que viene siendo malo). Hicimos el examen, desastroso, salimos todos sin haber entendido nada, y de ahí nos fuimos con Ela a cenar a la mensa, no sin antes pasar por el Lidl a por cervezas para la noche. Vine a casa a arreglarme un poco, y aunque pensaba que me amuermaría, me conecté un rato y fui la última en llegar a casa de Bea, que habíamos quedado allí para evitar el frío del Valentino. Dos cervezas y media del Lidl después, como su compañera estaba algo molesta, nos bajamos al parque, y no hacía ya frío. Todo el mundo estaba allí, y antes de llegar nos encontramos una montaña de hojas en la que nos estuvimos haciendo fotos y en la que me caí. Espero que no hubiera nada indeseado en ella... Después de beber allí un rato, hablar con unos y con otros... entramos al Chalet. Y madre mía... nada más entrar, Silvia y yo cogimos por banda a un chaval que decía que se iba a su restaurante, y nos invitó. Era un tal Gigi del que huimos... Y me encontré con otros, de los que no voy a contar lo qué pasó (los que me leéis habitualmente, excepto los anónimos que me insultan, ya lo sabéis) porque luego todo se sabe... Pero fue bastante surrealista... Cuando nos echaron del Chalet me vine a dormir, eran las 5 y media y tenía que madrugar para ir a buscar a Óscar y Jose a la estación a las 12...


Por la mañana el viernes Cármen me llamó para ver a qué hora empezaba la clase de Linguaggio Radiofonico, pero no había. Me volví a dormir, y a las 11 me llegó un sms de Óscar diciéndome que habían perdido el avión, y seguí durmiendo. Y ya a no sé qué hora me llamó Estrella, y nos pasamos una hora hablando, me di una ducha y me fui a buscarles. Allí estaban, rodeados de maletas y esperándome. Sólo llegué media hora tarde... Volvimos a casa, conocieron los cinco pisitos andando, y nos bajamos a donde las pizzas del ostello, pero estaba cerrado, así que terminamos en el Pizza e birra. Y de allí llegué tarde a la reunión de la radio. Y de allí, me vine a casa, fuimos a cenar a casa de Jose y Silvia y le dimos una sorpresa, ya que para nada se esperaba que estuviera aquí Óscar (en teoría no llegaba hasta enero). Estuvimos allí un buen rato, haciendo monerías a la niña, y probando licores extraños, y nos fuimos al Murphy's. La verdad es que había estado una vez y no me había gustado demasiado, pero esta vez me encantó. Y recobré mi fe en la cerveza, la probé con zumo de naranja y está muy rica... Y eso que en todo el día fui incapaz de ver la cerveza, una mala resaca la tiene cualquiera... También estuvimos un rato en el Shamrock, y como les pusieron cubatas de garrafón, volvimos al Murphy's y probé el Beer Cocktail con plátano. También riquísimo. Y como estaban cansadillos nos vinimos a casa, y a las 3 y media estaba en la cama...


El sábado nos levantamos a una hora prudencial (las 12 y pico), y salimos a buscar un cajero, a dar una vuelta y al Lidl. Comimos a las 5 de la tarde, y nos acercamos al mercadillo de Piazza della Repubblica pero ya estaban quitando los puestos. Compramos unas moretti y nos las bebimos en el tranvía, pendientes de que no apareciera el revisor. Y como era prontito, pensamos en subir al monte de los Capuccinos, volvimos a casa a ducharnos y cenamos, y nos fuimos a ver el partido del Madrid y el Atleti en el Shamrock, y después a probar otro cóctel de cerveza al Murphys, esta vez con fresa, y no me hizo tanta gracia como los dos del día anterior. Como después había botellón, antes de ir al Murazzi, Estrella llevaba sus cervezas, y se las metió Óscar en el abrigo... Y el el Murphys nos encontramos con Vicky, y con Sara y Camino. Nos fuimos a los soportales de Vittorio Veneto, y a por cervezas fresquitas al Pizza e birra (el camarero no estaba a lo que estaba esta vez, había demasiada gente...), y después de que Óscar y Jose vacilaran un poco a todo el mundo, nos fuimos al Alcatraz debajo de la lluvia. Allí me hice fotos con Espinete (el primer pagafantas de la noche), cuidé la cerveza a Pedro mientras iba al baño, y como por el camino unos italianos nos habían aconsejado ir al Giancarlo y todo el mundo se iba para allá, allá que fuimos, y allí apareció el segundo pagafantas de la noche, con el que estuvimos brindando Silvia y yo por los pagafantas, al que intentamos sacar copas para todo el mundo, y que no conocía la frase “Contigo no bicho”, una de las frases más conocidas en Italia... Lo que pudimos reirnos del personaje... A Jose le empezó a tocar el pecho cuando le dije que le invitara a algo, diciendo que era gigante... Cuando nos echaron nos quedamos en la puerta hablando un buen rato, y luego Silvia, Ela y su amigo nos acompañaron a la puerta de casa. Cuando nos quisimos acostar eran las 7 y media, y por eso no es extraño que no nos levantáramos hasta las 3 (bueno, a esa hora me desperté y me puse a leer mientras los chicos se despertaban), y estuvimos toda la tarde haciendo el vago, tirados en la cama, hasta las 8 o así que nos fuimos a cenar con Jose. Nos llevó a un bar a tomar el aperitivo, y estaba genial, aunque llegamos un poco tarde, y luego fuimos a dar otro paseo debajo de la lluvia, por Piazza San Carlo y las calles que hay cerca, y nos contó qué cosas podemos ver...


Y aunque pretendíamos acostarnos pronto para madrugar hoy, me vicié a internet y no me dormí hasta las 2 y media. Eso sí, dormí de un tirón hasta que Jose me ha lanzado un cojín a la cara y me ha despertado a las 10. Y después de haber desayunado y decidido qué hacer, hemos ido a Piazza della Repubblica, hemos comprado algo de pescado, fruta y verdura y nos hemos venido a comer pronto, eso sí, con una cerveza para el camino en tranvía. Y después de eso, por aprovechar la tarde, pensábamos ir a lo de los símbolos masónicos, y al Valentino, pero cuando hemos visto que estaba saliendo el sol después de 2 días enteros lloviendo, hemos decidido ir a Superga. Hemos llegado a Vittorio Veneto para coger el 15, y mientras esperábamos he llamado a Estre a ver si se apuntaba. Cuando hemos llegado a Sassi (donde se coge el tren cremallera a la basílica) una mujer muy simpática nos ha dicho que no había hasta el miércoles, que no nos recomendaba subir andando, y que no había ningún autobús. Lo de simpática intentaba ser ironía, y hemos visto que sí había un autobús pero teníamos que esperar casi 45 minutos, así que nos hemos ido por donde hemos llegado, y les he enseñado el Valentino, la facultad de arquitectura y la fortaleza medieval, y desde allí hemos ido a la ruta de los símbolos masónicos por Piazza Solferino. Y como era demasiado pronto para venirnos a casa, pero en la calle hacía fresco, nos hemos metido en el sitio de los casi 40 tipos de chocolate y hemos probado tres. Estaban muy ricos, y el hombre nos ha dicho que tenemos que volver a probar los que nos faltan. Habrá que volver.


Y de allí hemos pasado por el Lidl, y como queríamos ver los horarios a Aosta para mañana, hemos pasado por Porta Nuova, y de paso hemos comprado los billetes, y ya hemos vuelto a casa, me he peleado con Internet y la chiaveta de Wind (no me deja conectarme), he llamado para quejarme y han pasado bastante de mí, he cenado y no he hecho nada más. Y aunque veo que no lo voy a poder colgar hoy porque mi vecino DLINK no se conecta, y la chiaveta pasa de mí, ya os contaré más novedades. De momento, mañana por la mañana me voy a Aosta con Jose y Estrella, y el miércoles nos vamos a Como y puede que a Florencia. Lo dicho, tendréis noticias mías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario