viernes, 19 de marzo de 2010

Estocolmo...

Como ya os dije un día antes de irme, el miércoles pasado me fui a Estocolmo. Y antes, pasé el día en Milán, que aún no lo conocía. La verdad es que sólo tiene el Duomo (que me encantó, tanto por dentro como por fuera) y la Galería. Hay quien dice que también la Scala, pero debe ser por dentro, y tampoco nos dio tiempo a entrar.

El viaje a Estocolmo empezó mal, porque al ir a pasar el control de seguridad en Bérgamo una de mis botas se terminó de destrozar, y tuve que engancharle una goma del pelo para intentar llegar al albergue. Fue gracioso (irónicamente hablando) ir con la maleta y la bolsa del McDonalds en una mano, con el vaso de la cocacola en la otra, y parando cada 3 pasos a colocar la goma porque si no no podía andar.

McDonalds... creo que no volveré a pisar uno en muuuuucho muuuuucho tiempo, ya que fue lo único que comí desde el miércoles hasta el sábado por la noche. Noche que nos tocó pasar en Milano Centrale. Nuestra idea era coger el último tren a Turín, nos hubiera dado tiempo, pero nos cobraban 90 euros por cada taxi, y somos erasmus...

En Estocolmo... bueno, el viaje no fue como esperaba, todo hay que decirlo. Pero la ciudad me encantó, llena de nieve, con sus ríos helados y los barcos atrapados. Y tuvimos suerte, porque nos hizo bastante buen tiempo, y aunque daban nieves, sólo hubo dos momentos en todo el viaje en los que nos cayeron cuatro copos.

Allí visitamos lo más importante. El jueves estuvimos dando vueltas por Gamla Stan, el barrio viejo, donde además estaba nuestro albergue. Vimos el Palacio Real, el Ayuntamiento y paseamos por la zona, nos fuimos a comer y después de comer, nos fuimos al Moderna Museum. Allí había una exposición de una tal Lee Lozano que estaba "ligeramente" (sigo hablando irónicamente) obsesionada con el sexo. Después de ver el museo estuvimos tomando algo en un Friday's (las cocacolas nos salieron gratis, gracias al camarero sueco que se pensó que ligaba con él porque le di una nota en la que ponía "I love you, call me" y un número de teléfono). Desde allí nos fuimos a comprar algo para cenar en el albergue (allí la pasta era gratis) y estuvimos de risas en la cocina. Además, Andre y yo hicimos un dibujo de Erasmus Torino en el que firmamos todos.

El viernes por la mañana fuimos a ver el Vasa Museum, de un barco que se hundió en el siglo XVII y que rescataron y reconstruyeron íntegramente allá por los años 70. Cuando salimos nos compramos unos perritos para comer, y fuimos hacia Skansen, pero vimos que lo cerraban en una hora, por lo que no nos iba a dar tiempo.

Como la comida había sido bastante pobre, fuimos al McDonalds, y descubrí que el cajero me había dado un billete que no me admitieron, y el banco ya estaba cerrado para que me lo cambiaran. Así que como Camino también tenía las botas rotas, entramos al H&M y allí me tuvieron durante una hora y pico. La verdad es que me cabreé, porque desperdiciamos los últimos momentos de luz del día. Los chicos se fueron a dormir al albergue, y nosotras, después de un buen rato intentando entendernos, nos fuimos a buscar las estaciones que molaban del metro. La verdad es que alguna encontramos, pero me decepcionó, ya que en el powerpoint que me habían pasado parecía que todas eran originales. A la vuelta volvimos a pasar por el super a comprar algo de beber, y unos kebabs bastante extraños. Decidimos que estábamos bastante cansados como para salir, a pesar del malentendido que hubo unas horas más tarde. Estuvimos en la cocina bebiendo, y se nos acoplaron tres holandeses. Todo esto, mientras comíamos palomitas y mientras un tío bastante raro nos preguntaba si éramos gente real o hologramas...

El sábado por la mañana pretendíamos levantarnos pronto para aprovechar. Pronto se convirtió en las 11, y una vez que desayuné y preparé todas mis cosas, me fui con Carmen a comprar las postales. Al final salimos bastante tarde del albergue, y nos fuimos a la estación a dejar las maletas en las consignas. Tardamos bastante, entre unas cosas y otras, y nosotras nos fuimos a Skansen. Por un momento tuve mis dudas de si ir, pero cuando entramos me alegré de haber ido: es un zoo que a la vez reproduce un pueblo sueco. Lo vimos un poco a la carrera, y nos dejamos zonas por ver, pero no faltaron los lobos, los leones marinos, los glotones, los alces y los cerdos con manchas de vaca que comían pescado...

Volvimos al centro, a comer en el McDonalds (cómo no), y yo aproveché el bus para escribir las postales. Fuimos a recoger las maletas, y cogimos el bus de vuelta al aeropuerto. De los viajes no me acuerdo de mucho, porque fuimos casi todo el camino durmiendo. Sí me acuerdo de Andrea en el avión cantando, y poco más.

Cuando llegamos a Bérgamo, tuvimos que decidir volver en bus, porque no nos apetecía pagar 23 euros cada uno por un taxi. En Milán pasamos por el McDonalds para así tener que pasar menos tiempo en la estación, pero ya estaban cerrando, así que nuestro plan se quedó en las ganas.

En la estación buscamos un hueco donde pasar la noche, y cuando ya nos habíamos acomodado vino un hombre de la limpieza y nos echó de allí. Los policías que había por allí dando vueltas nos dijeron que en la entreplanta hacía más calorcillo, así que para allá nos fuimos. Y al rato éstas encontraron otro hueco más resguardado, así que por tercera vez nos cambiamos de sitio. Y allí pasamos la noche, jugando a Furor hasta que mi equipo me dejó sola y yo ya no tenía ganas de pensar en canciones.

Fui a acompañar a Andrea y a Sara a buscar un baño, y le preguntamos a uno de los policías que nos dijo que estaban cerrados, que no abrían hasta las 6, pero que "si era muy urgente" podía llevarnos a unos para el personal. Nos llevó, y además, nos invitó a un café...

Cuando cogimos el tren nos metimos en un vagón en el que no funcionaba la calefacción, así que nos tuvimos que cambiar cuando ya me estaba quedando dormida (hay por ahí fotos de las pintas que tenía, aunque todavía no las he conseguido). Vine todo el camino durmiendo, y al llegar a Porta Nuova, como no veía que me fuera a venir ya algún bus (eran las 7 de la mañana y a esas horas tampoco pasan tanto) me vine a casa andando. Y me tiré casi todo el día durmiendo. Necesitaba recuperar las horas de sueño...

Ya os subiré otro post con fotos de Estocolmo y ya os contaré lo poco que he hecho esta semana. Ahora, de momento, me voy a ver qué puedo cenar...

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